Adaptándonos a la vida americana

Nadie dijo que esto fuera fácil. Desde luego hay una cosa clara: soy muy impaciente. Apenas llevamos una semana y ya me quejo de que todavía no hemos solucionado nada! Tengo que tomármelo con calma. Aquí las cosas funcionan de manera muy diferente a lo que estamos acostumbrados; para empezar hasta que no tengamos un "social security" no podemos hacer un contrato de móvil, ni Jorge puede hacer el "lease" del coche de empresa. El dichoso numerito de la SS no nos lo darán hasta que se tramite el visado, y el visado no lo aprobarán hasta que la empresa decida el abogado que lo va a gestionar. Una vez se gestione, hay que viajar a Madrid y pasar una entrevista de lo más completa en la embajada. Todo muy cómodo y rápido, como veis.
Ahora estamos buscando hospitales para el acontecimiento que nos espera en septiembre. Por ahora nos han recomendado el Mercy Hospital y el Baptist Health South Florida. Hay que llamar al ginecólogo en cuestión y preguntar sus tarifas a lo que sumaremos pruebas, ecografías y por supuesto, el parto.
Como os decía: unas cuantas gestiones y cálculos por hacer! La verdad es que no es para tanto. Es lo que habrán tenido que hacer todas las personas que han emigrado alguna vez.

Os cuento cosas menos aburridas:
Hay muchas cosas raras en este país!! Los tamaños de todo lo que se vende en el supermercado son enormes! por ejemplo, la leche se vende por galones (3, 8 l), y hemos encontrado botes gigantes de todas las guarradas que os podáis imaginar. Pongo foto que lo confirma.

El grifo de la bañera es rarísimo y a Víctor le da miedo porque no hay teléfono de la ducha y el agua cae desde muy alto. El microondas tiene una tecla especial que dice "POPCORN". El otro día Jorge probó un botón que estaba al lado del fregadero, se activó la trituradora de comida y machacó una cucharilla de postre. Esto del desembarco es muy duro, jeje.

Mañana nos vamos a visitar dos pisos en Coral Gables y posiblemente dos más en Brickell.
Esta tarde nos hemos ido a pasear a un parque precioso con manglares y lagunas en las que avisaban de posibles cocodrilos, aunque Víctor lo ha investigado y no ha visto ninguno.